En nuestro último viaje a Londres sufrimos un retraso de 11 horas en nuestro vuelo. Volábamos con Norwegian Airlines a las 10:05h desde Barcelona El Prat a Gatwick Airport en Londres.
Debido al mal tiempo en la capital inglesa, el avión que tenía que despegar de allí para venir a buscarnos y llevarnos de nuevo, no podía hacerlo. Y aquello se fue demorando sin prisa pero sin pausa para desesperación de grandes y pequeños. Sólo apuntar que despegamos de Barcelona a las 20:45 horas.
Los adultos asumimos la situación con resignación y a veces indignación, pero los pequeños no entienden nada y no están dispuestos a permanecer quietos y calladitos horas y horas.
Que podemos hacer con ellos ante estas situaciones?
Sobre todo mantener la calma y no perder los nervios. Ni con la compañía aérea porque no ganas nada, ni con tus hijos porque no tienen la culpa. Así que manos a la obra, imaginación al poder!
Nosotros llevábamos un libro de Stickers sobre London que habíamos comprado antes de viajar para que fuera familiarizándose con la ciudad. Es una costumbre que tenemos antes de salir de viaje, lo podéis leer en nuestro post Colección de Cuentos del Mundo.
En un primer momento nos dijeron que se retrasaba un par de horas, es decir, que en vez de salir a las 10 de la mañana, saldríamos al mediodía. Perfecto, no pasa nada, nos tomamos un café, antes de pasar el control, en una cafetería y sacamos el libro de Stickers y el “Children Map”. Funcionó porque estuvo mucho rato entretenido, terminando de pegar las pegatinas en cada página.
Pasamos el control de seguridad y el momento aduana. Sí, aunque no lo creáis para Londres ya pasamos aduana para embarcar. Y sin maletas y con muchas ganas de coger el avión, nos pone en el panel informativo que nos lo retrasan tres horas más.
Ahora estamos atrapados en la terminal, como en la película de Tom Hanks!! No podemos salir porque los simpáticos señores de la aduana nos dicen que ya no hay vuelta atrás, la compañía aérea no da señales de vida y tú sólo lees en los paneles “delayed”. No pasa nada…vamos al Dutty Free, algo habrá!.
Perfecto! Un rotulador de 5 puntas de colores que va a hacer las delicias del pequeño. Saqué un papel de todos mis apuntes viajeros y le dije !! a pintar !! Fue divertido verlo largo en el suelo pintando con un rotulador de los que yo tenía de pequeña y eso que pensaba que los habían dejado de fabricar.
Pero el momento pintor nos duró poco y en el panel de vuelos volvía a estar retrasado dos horas más… Decidimos jugar un rato al Veo Veo, a las Palabras Encadenadas y al Escondite, pero el vuelo seguía retrasándose para poner a prueba nuestra paciencia y la del niño.
De repente me acordé que llevaba en la mochila el Juego de la Escalera magnético, y ahí que le pusimos empeño un buen rato también.
A las 6 de la tarde hicieron su aparición estelar dos personas de la compañía para explicar lo que tenían que haber explicado a las 10 de la mañana. Simplemente que debido al mal tiempo en Londres el aeropuerto de allí había tenido que cerrar unas horas y que se preveía que voláramos sobre las 8 de la tarde si nos permitían aterrizar allí a las 10 de la noche.
Como aún nos quedaban dos horas por delante, nos fuimos a comer algo a la cafetería que había en ese pequeño espacio y le dejamos correr un rato por el pasillo, el pobre estaba que no se aguantaba ya. Entonces se acordó que llevaba su cámara de fotos y a parte de hacer fotos lleva tres o cuatro juegos para jugar y así salvamos el último rato.
Nunca habíamos tenido un retraso de tantas horas en un vuelo, y nunca me había dejado tantas cosas de Héctor en casa como aquel día. Siempre voy con mil cacharros, pero ese día no.
Como de todo se aprende, he decidido hacer una pequeña lista de «por si acaso se retrasa el vuelo» y prometo repasarla cada vez que emprenda una aventura viajera con niño.
- Mochila de Héctor:
- El muñeco viajero (viene con nosotros a todas partes)
- Rotulador de 5 puntas + libreta para pintar
- Cuento / pegatinas / libreta de actividades (laberintos, diferencias…) de esas pequeñitas que caben en cualquier bolsillo + boligrafo o lapicero.
- Tablet infantil (en el caso de Héctor tiene una con juegos educativos de la marca Vtech) / Cámara de fotos con juegos de Imaginarium (a elegir entre una cosa u otra, que sino la mochila pesa)
- Juegos magnéticos de viaje
- Cascos (para la tablet o para las películas del avión)
- Bolso de mamá:
- Chuches, caramelos y derivados en modo dulce, muy socorrido para el despegue, el aterizaje y el momento «me aburro de esperar el avión». (se recomienda añadir un botellín de agua)
- Baterias portátiles para móvil, por si se alarga el tema…
- Juegos de cartas, de estrategia, de contar, de leer, de lo que sea que más le guste (esto es el factor sorpresa cuando ya hemos agotado todo lo de su mochila…)
- Cochecitos pequeños, dinosaurios, dragones o pequeños muñecos que le entretengan un rato jugando.
- Un pañuelo tipo foulard, sí como te lo cuento, cuando ya no pueden más y empiezan a decir «me coges?» tú sacas el pañuelo y le propones, «ven un poquito acurrucado, que te tapo con el pañuelo de mamá» y se obra el milagro…permanece quieto ….unos minutos?….bueno a veces más, puro mimo.
- Tablet con películas infantiles (mínimo 2 o 3)
- Mi ebook. Por si en un momento «kit kat» puedo sacarlo y dejar de mirar el dichoso panel donde lo único que pone en mi vuelo es «delayed».
Os comparto mi lista de «por si acaso se retrasa el vuelo» para que llevéis un poco mejor la espera si os toca, y se aceptan sugerencias para ampliarla, todas ideas son bienvenidas!
Feliz vuelo pilotos!!!
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Una vez nos pasó en Cartagena (Colombia) habían cerrado la pista del aeropuerto. Teníamos que tomar el vuelo a Bogotá. Estuvimos 7horasssss!!!! en la sala de preembarque peleándonos además con todos los empleados del aeropuerto porque no tenia razón de ser esa espera.
Viajamos con nuestra niña 3 años y medio en ese momento. Fue difícil por momentos mantenerla animada. Obviamente terminó durmiendo una siesta y todo. Realmente agotador para uno como adulto, para un niño mucho más. Pasamos por el dibujo, la tablet, los dulces, los juegos, todo lo que se les ocurra. Por suerte nuestros niños y niñas que se acostumbraron a viajar desde muy pequeños, tienen muchísima más flexibilidad que los que no. Ese es un gran plus que le doy a este modo que tenemos de viajar, en familia. 🙂
Gracias por tu comentario! Nos alegra saber que familias viajeras como nosotros se encuentran a veces con situaciones difíciles de gestionar con niños pero que al final se resuelven sin mayor incidente gracias a lo acostumbrados que están nuestros peques!! Así da gusto viajar con ellos! Un abrazo familia!
situación superada! gracias a la experiencia improvisada! chapeau.