Día 3: Día de contrastes entre el 1WTC
y el Museo 11S

One World Trade Center NYC
A veces volver la vista atrás es difícil pero necesario para entender una tragedia como la del 11S en Nueva York. Lo descubrimos visitando el One World Trade Center
y el Memorial.
Era el tercer día en la ciudad y en nuestro pequeño planning teníamos prevista otra cosa, pero al final decidimos ir a ver el nuevo e imponente One World Trade Center Observatory y las fuentes en memoria de los desaparecidos en el 11S.
Creo que está en el recuerdo de todo el mundo aquel 11 de Septiembre de 2001, pero para los neoyorkinos es algo que sigue ahí de forma latente. Han reconstruído la zona, y aunque hay miles de turistas alrededor de las fuentes y en el museo dedicado a las víctimas, reina una especie de silencio en el ambiente que pone los pelos de punta.
Pero empecemos por el principio del día, porque aunque parezca poco fue muy intenso. Nos levantamos muy pronto y desayunamos para variar en el Starbucks al lado del hotel. Héctor le había cogido afición a sus enormes cookies con trocitos de chocolate y así conseguíamos que comiera algo por la mañana.
Con la tripilla llena y ganas de ver más cosas, nos fuimos caminando a coger el metro en la 42St, Porque desde el centro había un larguísimo paseo hasta Lower Manhattan y queríamos llegar pronto para no hacer muchas filas.

Nuestro Starbucks Coffee preferido!

Parada de metro en la 42St para ir al WTC
El metro en Nueva York es muy sencillo y lo que más nos sorprendió es que hay tanta gente ahí abajo como por la calle, es una ciudad bajo tierra!!!.
En nuestra guía de Lonely Planet nos salía un mapa del metro con las líneas, y nos fue de mucha utilidad los días que estuvimos. Para ir al WTC teníamos que coger la Línea C. Toda una aventura para el peque. El trayecto es breve porque en un momento llegas a destino, pero tengo que destacar un punto respecto al metro en Nueva York.

Este era nuestro plano del Metro de NYC de Lonely Planet
En Manhattan Centro, es decir Times Square y alrededores, las estaciones de metro son relativamente adaptadas para ir con la sillita de niño, pero en cuanto sales de esa zona…hay estaciones que dan miedito de lo que tienes que bajar y cambiar de pasillos. Por supuesto tener en cuenta que todo son escaleras, muy poco habilitado para sillas de ruedas o carritos de bebé, hay que cargar con la silla en brazos arriba y abajo. Aún así es lo más rápido y cómodo para desplazarte. Nosotros compramos la MetroCard, es una tarjeta recargable e imprescindible para poder coger el metro, también te sirve para los autobuses pero nosotros no los probamos porque son muy lentos.
La Metrocard cuesta 1$ cuando la adquieres más la recarga, pero luego ya sólo pagas lo que recargues. Tienes tres opciones:
- Billete sencillo: cuesta 3$ por trayecto.
- Metrocard Pago por uso (Pay-Per-Ride): es recargable y el coste de cada viaje es de 2,75$ y permite transbordos durante dos horas. Lo bueno que tiene esta tarjeta es que no es personal, sino que puedes pasar tú la tarjeta y dársela a tu acompañante para que la pase también, así no estás obligado a comprar una para cada uno. El niño no pagaba porque curiosamente si miden menos de 112 centímetros no pagan, independientemente de la edad que tenga. Nosotros utilizamos esta modalidad de MetroCard porque preferiamos caminar para ver la ciudad y no nos salía a cuenta la ilimitada.
- Metrocard Ilimitada (Unlimited Ride): en este caso por 31$ viajas ilimitadamente durante 7 días. Es recomendable si te vas a mover continuamente en metro a todos sitios.

MetroCard Pay-Per-Ride
Cuando llegamos a la Zona Cero nos enfrentamos a varias cosas, por un lado, sentíamos cierta curiosidad y un poco de nervios por estar allí. Por otro, la zona seguía en obras y un edificio realmente inmenso se levantaba ante nuestros ojos de forma imponente.
Además teníamos que explicarle a Héctor a sus tres años y de forma sutil, una de las mayores tragedias de la ciudad, porque realmente no sabíamos que nos encontraríamos en el interior del Museo del 11S y que podría ver y preguntar el niño.
Así que con todas esas sensaciones encontradas nos dirigimos al recién estrenado rascacielos para subir a su cúspide. El One World Observatory , junto al Memorial, el Museo del 11S y la nueva terminal diseñada por Calatrava, pertenecen al proyecto de reconstrucción de la Zona Cero.
En concreto, el One World Trade Center es un maravilloso rascacielos de 500 metros de altura y 102 pisos. Se levanta, muchos años después, simbólicamente en el lugar donde estaban las famosas Torres Gemelas. Nosotros teníamos interés en verlo porque un par de meses antes habían inaugurado el observatorio de ese edificio.
No entra entre las atracciones de la New York CityPass, tienes que pagar la entrada si quieres verlo. Cuesta 34$ por adulto (aunque en nuestra entrada ponía 29,39$) y los niños no pagan hasta los 6 años cumplidos. Yo no había visto unas filas tan largas en mi vida!! Y encima una persona de seguridad organizaba una fila para comprar la entrada y otra persona organizaba la otra fila para acceder, porque te dan hora para subir y ésta aparece en tu entrada.

Nuestras entradas al One World Observatory
Efectivamente tal y como nos había explicado la chica de la taquilla, en nuestros tickets ponía que hasta las 11:45 horas de la mañana no podíamos acceder, y faltaba nada más y nada menos que dos horas, así que «le echamos cara al asunto».
En vez de salir de la zona de taquilla hacia la calle, me giré como si con la sillita no pudiera pasar, y sin querer, una chica muy amable del personal del edificio me abrió el cordón de seguridad y nos acompañó al ascensor que te lleva a la puerta de acceso al observatorio, pensando logicamente que con la sillita no podíamos bajar por las escaleras.
De repente estabamos en la fila para subir al «ascensor fantástico» . Pero cuando la chica pasó el lector por nuestras entradas nos dijo que no era nuestra hora, y entonces sacamos nuestra cara de «pero no ve que voy con un niño?, no me he dado cuenta y ya estoy aqui…» y sorprendentemente funcionó! Y nos validó las entradas para ese mismo momento! No nos lo podíamos creer….nos habíamos ahorrado dos horas de fila y de la manera más tonta.

Entrada al Observatorio del WTC
Tal y como veis en la foto, para acceder pasas un control de seguridad con detector de todo, te miran hasta el agua de la botella del niño, pero va bastante rápido. Y entonces es cuando entras en «la experiencia del One World».
Lo primero que ves al cruzar el control es el Centro de bienvenida, un bonito Hall que te lleva a un pasillo lleno de pantallas en las que hablan personas que han participado en la construcción del rascacielos.
Sigues andando y te pasean por los cimientos del edificio, para que veas sobre qué está construido, es muy curioso. Y cuando crees que ya estas lo suficientemente sorprendido llegan los «Sky Pod», lo que yo llamo el «ascensor fantástico», te sube en 49 segundos los 102 pisos, proyectando en las paredes del ascensor la evolución de esa zona de Manhattan desde el siglo XVI hasta nuestros días, es simplemente increíble!!! ( y te deja con la boca abierta en menos de un minuto).
Grabé un video pero como no es de muy buena calidad, os dejo mejor este enlace del Sky Pod del One World Observatory para que veais la proyección y a eso le sumais que los oídos se taponan de la presión al subir tan rápido!
Héctor estaba tan alucinado como nosotros, pero entonces nos hicieron salir del ascensor y ponernos mirando hacia una especie de pared. Realmente es el See Forever Theatre, un pasillo donde ponen una proyección de la ciudad y de repente……voilà!!.
Se abre la zona de proyección, se retiran los paneles y aparece ante ti la ciudad de Nueva York, desde el edificio más alto de Occidente, desde su piso 102. Puedes hacer durante un minuto o dos y a distancia de los ventanales, sin cruzar el cordon rojo, todas las fotos que te dé tiempo, porque a continuación te bajan al piso 100 donde está el Mirador o también llamado Observatorio y allí puedes estar el tiempo que quieras.

Vistas desde el piso 102
En el Mirador hay un suelo de pantallas que proyectan lo que pasa en la calle, y si te pones encima da la sensación de que es un suelo de cristal a 500 metros de altura, es muy original y muy llamativo, sobre todo para los niños…

Casi da vértigo!
Toda la planta esta rodeada de ventanales enormes, por lo que puedes admirar la ciudad en 360 grados, fue una pena que el día estuviera tan gris. Aunque nos pareció un poco timada lo de abrirnos dos minutos en el piso 102, lo compensó después el rato que estuvimos en el 100. Luego vuelves a bajar en un Sky Pod con otra proyección, pero ya no impresiona tanto como a la subida. En general, sí que recomendaría su visita porque es un lugar único para sentirte casi en el cielo.

Momento relax a 500 metros de altura

Estas pantallas proyectan imágenes y se puede interactuar con ellas
De nuevo en tierra firme, nos dirigimos al Memorial del 11S, que es básicamente un lugar de «tenso silencio» en medio de una ciudad bulliciosa ….o por lo menos esa sensación nos dió.
Se trata de dos enormes fuentes cuadradas, ubicadas en el lugar donde estaban las Torres Gemelas. De cada lado cae una cascada que va a parar a un cuadrado más pequeño que hay en el centro, un agujero cuyo fondo no se puede ver desde ningún punto de la fuente, es como si el agua resbalara al infinito.
Alrededor de cada una de las fuentes hay unos paneles donde se pueden leer los nombres de todos los fallecidos en el atentado. Y alrededor de ambas hay muchos árboles que simbolizan la supervivencia, en concreto hay uno que se cuida con especial esmero porque fue el único que sobrevivió a la catastrofe.

Una de las fuentes del Memorial del 11S

Héctor estaba impresionado, detrás se ve la Estación Central diseñada por Santiago Calatrava.
Es un lugar triste e impactante para el forastero que se acerca a curiosear, pero después de visitar el Museo dedicado a las victimas del 11S, te das cuenta que los neoyorkinos no quieren olvidarlo y tienen muy presente la tragedia.
El Museo del 11S, sí que entra en la New York CityPass, así que nos saltamos una fila eterna, para estar en una fila menos larga para entrar, pero fila igualmente.
Este museo rinde homenaje a las casi 3.000 víctimas del atentado. Tiene objetos recuperados de entre los escombros, las fotografías de cada una de las victimas con datos sobre como eran sus vidas, vehículos que ardieron en los incendios, grabaciones y declaraciones de los que participaron en las tareas de rescate y un montón de cosas que te ponen los pelos de punta y te hacen ver el horror de aquel día.

Interior del Museo 11S

Vigas recuperadas de los escombros de una de las torres.
Quizá no es el mejor sitio para llevar a un niño, pero había cientos de ellos. Preguntan, observan y analizan la situación, y los objetos que tienen delante, y entonces toman conciencia, a su manera, de un hecho histórico que está presente en muchos puntos de la ciudad.
En nuestro caso, Héctor estuvo realmente impresionado y nos hizo muchas preguntas y aunque a su edad no terminaba de entender todo, sabe lo que ocurrió y porque se ha hecho ese museo en la ciudad.
A veces, los lugares que vistamos nos descubren a grandes y pequeños, cosas que no siempre son bonitas y divertidas, pero es parte del aprendizaje y las vivencias de un viaje.
Cansados, agotados, conmovidos y satisfechos cogimos el metro de vuelta al hotel, hoy había sido un día intenso y con alguna pincelada triste, pero mañana era el «Día de Héctor» y eso prometía diversión toda la jornada!!!
…continuará.
¡Hola chicos! Os hemos descubierto en Instagram y como próximamente vamos a Nueva York nos hemos pasado por el blog para buscar información. Nos gusta mucho vuestra web, un saludo.
Que bien!! Nos alegra que os guste nuestro blog! Tenéis nuestro diario de Nueva York prácticamente entero, nos falta un día pero lo publicamos en breve. Si tenéis cualquier duda o queréis algo más de información, sólo tenéis que mandarnos un correo y encantados os ayudamos!! Un abrazo!
Ganas de ir no faltan con esta descripcion. muy bien el artículo.
Gracias! Me alegro que te guste!
Muy buen artículo Patry!. Me ha parecido muy curioso lo de la velocidad del ascensor XD
La verdad es que es sorprendente que pueda subir a esa velocidad sin apenas darte cuenta Alejandro!! Toda una experiencia!!